H&V

La primera vez que les ví, pensé…, ¡que pareja mas distinta!. Luego nada mas presentarnos lo comprendí todo. el vínculo que les unía estaba claro, su GRAN SONRISA, una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor.

Y llegó el día. La tranquilidad de Vasile contrastaba con los nervios naturales de Heather. Fue una boda íntima, donde las emociones se reflajaban en cada instante en los rostros de los novios. Nunca dejaron de sonreir y transmitir esa felicidad a todos los invitados, que contagiados por esa felicidad, disfrutaron del momento con la misma intensidad que los recién casados.

¡Que esa GRAN SONRISA os una para siempre!